La noche santa de la Pascua, los lucernarios rompen la tela de araña oscura y tenebrosa del mal absoluto. Hágase la luz de la nueva creación y desaparezcan los miedos y los pesimismos. Surja el canto del Gloria para ángeles y hombres y sucédanse los repiques en los campanarios y espadañas de iglesias y conventos.
Ha llegado el tiempo de Gloria y, sin solución de continuidad, se pasa de las marchas penitenciales a las sevillanas y coplas de los coros que hablan del campo y de una Pastora que entre varales de romero se pasea por en medio de los encinares, arrastrando el olor de la jara, el tomillo y el hinojo. Una Pastora en una ermita blanca que lleva siglos bajando a una Fuente Santa a sacar las aguas de la historia de Hinojosa, a sacar las aguas que han salvado a generaciones de hinojoseños, a sacar las aguas de la vida, del amor más generoso y de la alegría sin fin. Una Pastora que viene a su pueblo a reinar en lo que es suyo y a recibir en gloriosa audiencia a miles de hijos que la aman por herencia y por propia voluntad.
Al tercer día de la muerte, resucitó el Señor de la Gloria y al tercer domingo de la resurrección, como una confirmación de que para Dios nada hay imposible, entra en Hinojosa la Virgen de la Antigua navegando sobre una muchedumbre de hijos en un río de fuego que discurre por las calles blancas de un pueblo en fiesta.
Hay un testimonio de un seminarista, publicado en septiembre de 1924 que dice lo siguiente:
El clero parroquial y la imagen de Jesús resucitado sale procesionalmente al encuentro de la imagen de la Virgen de la Antigua hasta las afueras de la población, allí la imagen de la Santísima Virgen colocada en los hombros de cofrades hace las tradicionales cortesías a la imagen de su Hijo resucitado, y entre los vivas de la muchedumbre se organiza la solemne procesión por las calles del pueblo.
Esta escenificación, marca el sentido y el ser de la tradición de la fecha de la venida de la Virgen a Hinojosa del Duque. A la cabeza de una multitud de hijos, que vienen con Ella o salen a recibirla a su llegada al pueblo, va el primogénito, el Salvador de todos, vivo y triunfante. Por eso, alégrate, Reina del Cielo, porque aquél a quien mereciste llevar, ha resucitado, según su palabra.
Esta tradición, consistente en que saliera el resucitado a recibir a la Virgen, documentada hace casi un siglo, se perdió entre las tempestades del siglo XX. Sin embargo, permanece este sentido Pascual en el acontecimiento de la llegada de nuestra Patrona hasta nosotros. Y nada más llegar, no sólo nos habla la Virgen de la Antigua de la resurrección, nos habla también del Cielo, cuando vestida de Reina, sale en gloria y majestad por las calles del centro de Hinojosa. La procesión del lunes es el cortejo de una reina, en el que se acumula belleza sobre belleza. La fiesta del lunes de la Antigua, fiesta del patronazgo por excelencia, en su origen celebrada al domingo siguiente de la romería, coincidiendo con el final de la novena y sufragada por el ayuntamiento, fue la primera en Hinojosa del Duque a la que concurrieron las hermandades y cofradías con varas y estandartes, tanto en el ofertorio de la misa como en la procesión, formando un desfile solemnísimo y mostrando un patrimonio material, histórico, cultural y humano nunca visto antes concentrado en un único momento. También acudían todo tipo de autoridades y asociaciones relevantes en la vida social de los hinojoseños. En definitiva un pueblo unido bajo el manto blanco de la Patrona coronada por la victoria de su Hijo.
Por eso, cuando en este tiempo de cuaresma nos preparamos para las solemnes fiestas de Pascua, surge el primer anuncio de que la Virgen viene a su pueblo. El domingo de resurrección abrirá la puerta por la que entrará la Pastora entre flores y bajo una lluvia de pétalos. El día de la santa resurrección del Señor, surgirá del corazón el primer LÆTARE a la Antigua en su cerro como el sol que rompe después de la tormenta. Y el tercer domingo de la Pascua, el Resucitado aparecerá en las eras de San Gregorio glorioso y radiante en el regazo de la Virgen de la Antigua, Pastora y Reina; Madre, Patrona y Alegría de los hinojoseños.
Vicepresidente de la M.I. Cofradía de Ntra. Sra. de la Antigua, Patrona de Hinojosa del Duque.