Y aquí estamos, otra vez, para decirte que te queremos. Otra vez, y, otra vez, llorar ante tu mirada.
María de la Antigua, la Patrona de mis abuelos, de mis padres, de mi pueblo, mi lugar sagrado en el mundo donde encontrar la respuesta perfecta, la palabra de consuelo y el amor incondicional eterno.
El año pasado nos enseñaste a querer más y soñar más dirigiendo la mirada hacia gestos que creyeron que matando el campo matarían tu amor y lo engrandecieron, lo fortalecieron, y unieron más a un pueblo que te anhela y te venera sin condición. Y este año no será diferente, estaremos como siempre bajo tu manto, caminando por las piedras, bajando y subiendo a la Fuensanta y sintiendo que la vida es eso, subir y bajar por caminos difíciles, pero bajo tu protección y tu amparo.
Y aunque no podamos subir, físicamente, a tu cerro, no, no vamos a dejar de sonreír ni alabarte en alta voz, cantando y bailando en tu nombre para volver a sentir qué nos llevó hasta ti, María de la Antigua, en aquélla eterna primavera que nunca ha dejado de florecer. Tú sabes estar aquí en cada corazón y en cada casa, hoy cerrada, sabes traer el cerro, la primavera tan bella de romero y jaras a nuestros hogares en Hinojosa y en todo el mundo, porque eres la Madre de Dios.
Y vendremos contigo, una vez más haciendo el camino, con lluvias, truenos y relámpagos pero cantando a María, cantando a la Verdad y a la ilusión por una vida llena de amor. Y encenderemos nuestras antorchas para dar luz a todos los que la necesiten en tu nombre y agarrados de tu mano. Y sí, quizás, como ahora mismo, derramemos lágrimas saladas, que harán que ni si quiera nos falte un ápice de emoción por volver a tu lado para honrarte en nombre del Amor de Dios. Y pasearás por las solitarias calles de Hinojosa para recordarnos que eres la Reina de la paz y que tu manto es el mejor cobijo para la soledad y el desconsuelo que en este momento estamos viviendo. Y por ello y mucho más que las palabras no alcanzan a contar proclamamos:¡Viva la Virgen de la Antigua! Un viva que va a resonar en todos los hogares que se sienten hinojoseños y que brillarán con más luz que nunca para festejarte, para agradecerte para bendecirte y para poner en tus manos nuestra salud.
¡Viva la Madre de Dios!