DO, SEñOR DE CASTIELLA, E DE TOLEDO, E
DE LEÓN, E DE GALICIA, DE SEVILLA, DE
CORDOVA, DE MVRCIA, DE IAHEN, EL QVE
CONQUISSO TODA ESPAñA, EL MAS LEAL,
EL MAS VERDADERO, EL MAS FRANCO,
EL MAS ESFORZADO, EL MAS APVESTO, EL
MAS GRANADO, EL MAS ZOFRIDO, EL MAS
HOMILDOSO, EL QVE MAS TEMIE A DIOS, EL
QVE MAS LE FACIE SERVICIO, EL QVE
QVEBRANTO, E DESTRVYO A TODOS SVS
ENEMIGOS, EL QVE ALZO, E ONDRO TO-
DOS SVS AMIGOS, E CONQVISSO LA CIV-
DAD DE SEVILLA, QVE ES CABEZA DE TO-
DA ESPAñA, E PASSO EN EL POSTRIMERO
DIA DE MAYO, EN LA ERA DE MIL E CC.
E NOVAENTA.
El santo rey, amado por sus súbditos y respetado por sus enemigos, entró en la ciudad de Córdoba el día de san Pedro de 1236. Según opinión del P. Juan Ruiz, fue cinco días antes, en la natividad de san Juan Bautista, cuando, en nombre del rey, el ricohome D. Diego Martínez, de la primera nobleza de Castilla, tomó con su mesnada a Fojosa o Finojosa; de donde llegó a ser Dueño y Señor por concesión de El Santo Rey.
Cuenta la leyenda que -doce años después, el día de san Clemente de 1248- la Virgen de la Antigua abría a san Fernando las puertas de Sevilla.
Una noche, desanimado por el largo asedio, el rey rezó a la Virgen y ésta le envió un ángel que lo introdujo en la mezquita mayor de la ciudad. Allí lo puso delante de un muro que se tornó transparente y pudo ver la antigua imagen de la Virgen, tapiada en un resto de la primitiva basílica cristiana. Cuenta la misma tradición que, de vuelta al campamento, san Fernando perdió la espada, señal inequívoca de que la rendición de Sevilla sería sin derramamiento de sangre.
Sólo unas décadas después, se levantaba en tierras hinojoseñas una ermita a Santa María de la Antigua.
Don Diego Ortiz de Zúñiga publicaba en el año 1739 una Historia de la Virgen de la Antigua en la que afirmaba lo siguiente:
Y como un Rey de Eƒpaña fuè el primero promotor de eƒta Devocion en la Perƒona de SAN FERNANDO; aƒsi los Reyes, y Perƒonas Reales hàn ƒido deƒpues, los que nos han dado grandes exemplos à cerca de la Veneracion, y Reverencia à NUESTRA SEñORA de la ANTIGUA.
Verdaderamente, la devoción se extendió por toda España y fue llevada a decenas de lugares por los navegantes que iban a ultramar.
Gran devoto de esta Virgen fue el rey Alfonso XI que, a principios del siglo XIV, conoció en sus monterías el santuario de nuestra Patrona. Incluso hay quien afirma que fue este rey el que dio la advocación de la Antigua a la Virgen aparecida en la Fuensanta.
También en esta ermita de Santa María, cuando tenía soportales, dependencias y caserío alrededor, vencido del sueño, hizo noche el Marqués de Santillana antes de llegar a la Finojosa.
Tradiciones llenas de belleza y devoción que se funden en el sueño de la antigüedad de la Virgen.
Hoy recordamos a san Fernando pidiendo su intercesión por los que, como él, queremos ser siervos de la Virgen y para que aumente y se siga difundiendo la devoción a la Antigua.
Hoy hacemos nuestras las palabras que, según cita Ortiz de Zúñiga, la Virgen dirigió a san Fernando:
EN MI IMAGEN DE LA ANTIGUA TIENES CONTINUA INTERCESSORA. PROSIGUE, QUE TÚ VENCERÁS.
Vicepresidente de la M.I. Cofradía de Ntra. Sra. de la Antigua.