En los Gozos se recogen los principales hechos acaecidos, de los que existe constancia, oral o documental, en relación a la devoción hinojoseña a la Virgen de la Antigua: la ocultación de la imagen en el Pozo de la Fuensanta para librarla de las profanaciones de los sarracenos, el paso del rey Alfonso XI por estas tierras en 1332, la Serranilla del Marqués de Santillana a la Vaquera de la Finojosa, el Hecho Prodigioso, las Romerías, la reconstrucción del Santuario, etcétera.
Reza así:
Pues sois celestial Señora
de Hinojosa luz y guía,
dulce Patrona María,
salvadnos en toda hora.
ESTROFAS
Para no ser profanada
en un pozo te ocultaron,
y siglos después te hallaron
por milagro conservada.
Tu Imagen fue una Alborada
para Hinojosa, ¡Señora!
Tu aparición milagrosa
dio el nombre de la Fuensanta,
al pozo donde tu planta
dejó su huella amorosa.
Allí fue donde Hinojosa
te aclamó ya protectora.
La prodigiosa noticia
de tu admirable invención,
invitó a la población
que fue a buscar tu caricia.
Y, porque siempre propicia
entonces lo fue y ahora.
Cortó el amor lejanías
de ciudad y caseríos,
y entre encinares bravíos
se oyeron Ave-Marías.
Era un mar de romerías
que iban a verte, Señora.
Mientras levanta el fervor
tu dulce ermita piadosa,
será tu casa Hinojosa
la escogida por tu amor.
¿Pudo darle más honor
a su sierva la Señora?
Y si más tarde tu vuelo
alzas Divina Paloma,
es que sabes que en tu loma
pondrá Hinojosa el desvelo.
¿A quién no mueve este celo,
y rendido no te adora?
Alcanzaste con ternura
ser un reclamo divino,
convirtiendo en peregrino
a quien busca tu hermosura.
Nunca es lejos tu dulzura,
sabiendo lo que atesora.
Tu Antigua veneración
se unió a tu antigua belleza,
y un Rey rindió su realeza
a tu Antigua devoción.
Nunca el hispano blasón
se levantó como ahora.
Prendido en tus maravillas
un antiguo trovador,
logró que fuese tu amor
amor de sus serranillas.
Y aún leyendo estas letrillas,
el corazón se enamora.
Venero de bendiciones
fue siempre tu Santuario,
que hoy sirve de relicario
para guardar corazones.
Que hablen milagros y dones
del que piadoso te implora.
Háblenos de tu dulzura
la inocencia de aquel niño,
a quién salvó tu cariño
de una mortal desventura.
Por aquella noche oscura
que en Ti se hizo aurora.
Que hablen de Ti los pastores
y que hablen los vaquerillos,
los labradores sencillos
y los sencillos doctores.
Todos dirán mil loores
De tu corazón ¡Señora!
Pregonen tus Romerías
en un inmenso cantar,
las voces que tu mirar
fueron gozos de alegría.
¡Hablen las dulces porfías
de amores, por Ti, Señora!
Hablad los bravos leales
que alzasteis nueva su Ermita,
y hoy se yergue, tan bonita
en medio de los trigales.
¡Fueron humanos chacales
los que te hirieron, Señora!
Olvida, Madre el dolor
de la guerra destructora,
y vuelve a ser la Pastora
del rebaño del Señora.
¡No permitas que el rencor
vuelva a enfrentarnos, Señora!
Vuelva tu dulce cayado
a regir nuestros destinos,
que en todos nuestros caminos
será tu nombre ensalzado.
Hinojosa lo ha jurado
y lo cumplirá, Señora.
Recuerda Madre piadosa
y nuestra Fe lo atestigua,
que eres Virgen de la Antigua
la Patrona de Hinojosa.
La población jubilosa
te rogó este honor ¡Señora!
Sella este pacto de honor
y séllalo de tal suerte,
que no pueda ni la muerte
arrebatarnos tu amor.
Y al fin el premio mejor
que nos des sé Tú, Señora.