El año 2022 pasará a la historia como aquél en que volvió la vida según la habíamos conocido antes de la pandemia y, por tanto, como el año de la vuelta a la ansiada normalidad. El pasado mes de mayo todos éramos partícipes de una nueva Romería de la Antigua, tras dos largos años de pandemia, recuperando así el vínculo social en unas fiestas que aúnan el sentir de todo el pueblo.
La Virgen de la Antigua es el referente devocional para todos los hinojoseños y su Romería la mayor seña de identidad que como pueblo poseemos. Religión y cultura unidas en una simbiosis perfecta en la que todos tenemos cabida. Una realidad palpable en los miles de personas que desde el sábado a mediodía podían contarse en La Antigua en una romería fiel a la tradición, que si en algo va cambiando es en ver incrementado el número de romeros que cada año acuden a la misma procedentes de pueblos y comarcas vecinas, atraídos por la devoción a la Virgen y la particularidad de nuestra romería.
Las Fiestas Patronales daban comienzo el viernes día 6 de mayo con el Pregón de María del Carmen Agudo en una abarrotada Catedral de la Sierra, continuamente emocionada con las sentidas palabras que brotaban del corazón de Mari Carmen. Previamente tuvo lugar la presentación de la marcha procesional Antigua, Reina y Pastora, compuesta para nuestra Patrona por D. David Collado, director de la Escuela de Música e hinojoseño de adopción, que ha sabido apreciar desde su llegada el amor de los hinojoseños a la Virgen de la Antigua.
El sábado, conforme a la costumbre, la celebración se trasladó al Santuario de Ntra. Sra. de la Antigua, donde la Pastora, ataviada para la ocasión con hermosas galas, aguardaba a todos sus devotos para poner rumbo, horas después, a Hinojosa del Duque. Desde el primer momento todos quisimos honrar a la Patrona con cada oración en el Santuario, con cada ramo de flores y gesto de cariño, con los cantos de los coros, hasta llegada la noche con la procesión de antorchas al Pozo de la Fuensanta que fue, como siempre y, este año, más que nunca, multitudinaria. Un río de antorchas condujo por un sendero iluminado, en medio de la oscuridad de la noche, a la sagrada imagen de la Virgen hasta aquel santo lugar en que fue encontrada por nuestros antepasados hace casi 800 años. ¡Cuántas plegarias atendería la Virgen durante su descenso de todos aquellos que, con fe, se dirigiesen a Ella! ¡Cuántos favores no concedería a quiénes la acompañaron en vela en su Santuario!
Llegado el domingo, se celebró la Misa de Romeros presidida el Rvdo. P. D. Jean Patricie Basolé, carmelita recién incorporado al convento de Hinojosa y, posteriormente, la Virgen de la Antigua bajó de nuevo a la Fuensanta para la bendición de los campos. Y así, tras el almuerzo y tiempo de esparcimiento en el hermoso paraje en que se enclava el Santuario, dio comienzo el camino a Hinojosa a hombros de los romeros. Sin duda, éste es el momento culmen de la romería, el que encarna todo su sentido: estamos de fiesta porque la Virgen de la Antigua viene a estar más cerca de nosotros en nuestro pueblo, especialmente de los ancianos, enfermos, impedidos, y de todos aquellos que por unas u otras circunstancias no pueden visitarla el resto del año en su Santuario. Viene para bendecir nuestros hogares, acompañar a los niños que hacen su primera comunión y estar especialmente presente en los sacramentos que se celebran en cada parroquia de Hinojosa. Por ello, el traslado de la Virgen por el camino se ha conservado incluso en los años duros de la pandemia, en los que hemos tenido que renunciar a prácticamente todo.
Al llegar a la ermita de San Gregorio, se hizo la última parada en el camino para dar comienzo a la procesión triunfal hasta la iglesia de San Juan Bautista. Allí tuvo lugar la bendición del monumento que la Hermandad de San Gregorio, nuestro Patrón, ha levantado para mayor gloria y honor de la Stma. Virgen de la Antigua, en el que puede leerse: «por el Camino Sevilla entra la Antigua en su pueblo y de los que la reciben es, San Gregorio, el primero. Reza aquí un Ave María que hasta Ella suba al Cielo».
Posteriormente, daba comienzo la Solemne procesión en la que el pueblo en masa acompañó a la Virgen de la Antigua hasta la Plaza de la Catedral donde hizo su entrada entre repiques de campanas, el estruendo y el colorido de los fuegos artificiales, los sones de las agrupaciones musicales de Jesús Nazareno y de la Oración en el Huerto, las lluvias de pétalos, organizadas por los más jóvenes de la Cofradía y un sin fin de vivas de un pueblo jubiloso por tener ya a su Madre consigo un año más.
El lunes tuvo lugar la Solemne Función Religiosa en la parroquia de San Juan, concelebrada por todos los sacerdotes de la localidad e hijos de Hinojosa y la ofrenda floral. Tras la celebración eucarística, la Virgen de la Antigua recorrió las calles en Solemne Procesión Gloriosa, con sus galas de reina, acompañada por las hermandades y cofradías portando sus insignias y los sones de la Banda de Música de Hinojosa del Duque.
Multitud de veces desde el comienzo de la pandemia hemos repetido aquello de «Volveremos» y lo hemos cumplido. Por ello, debemos de sentirnos orgullosos todos los hinojoseños, testigos y guardianes de esta hermosa y antigua devoción haciendo que el «Hinojosa, tu amor atestigua» que rezamos en el himno, sea una realidad de fe que por medio de la Virgen María de la Antigua nos conduce a su Hijo Jesucristo para nuestra salvación.
Todo volvió como si nada hubiese pasado, porque «hay cosas que no cambian, porque la Virgen no quiere» que diría la canción, como si los dos años de pandemia sin romería nunca hubiesen existido, como siempre vuelve la Virgen de la Antigua, como lo hizo tras tiempos oscuros el siglo pasado, porque siempre estuvo, porque nunca nos faltó, porque la Virgen de la Antigua vive y siempre perdurará en el corazón de los hinojoseños.
Presidente de la M. I. Cofradía de Ntra. Sra. de la Antigua