Desde entonces y hasta nuestros días la semilla germinada el año del Patronazgo, ha ido creciendo y continúa haciéndolo día a día, año a año. María es el atajo para llegar a Dios, Ella fue el primer Sagrario, que cobijó en su interior al Verbo encarnado.
¡VIVA LA VIRGEN DE LA ANTIGUA!