SÍNTESIS DEL ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA DEVOCIÓN
Según cuenta la tradición, la imagen de la Virgen fue encontrada en un pozo próximo a la ermita llamado la Fuensanta, donde tal vez «la guardaran los antiguos cristianos para librar a la Señora de las profanaciones de los sarracenos» según recoge el P. Juan Ruiz O. Carm., en su libro La Ilustre y Noble Villa de Hinojosa del Duque.
La devoción a la Virgen de la Antigua está ligada a Hinojosa del Duque prácticamente desde sus propios orígenes, tras la reconquista de Córdoba en 1.236 y el proceso repoblador llevado a cabo en el norte de la actual provincia. Posteriormente, el rey Alfonso XI nos cuenta en su Libro de las Monterías sus correrías cinegéticas por los parajes de la zona y también se recoge, en las crónicas de este rey, que el Domingo de Ramos del año 1332 asistió a la liturgia en este lugar de la Finojosa en su camino de Sevilla a Castilla.
La Virgen de la Antigua fue de las principales devociones de la dinastía de Castilla y León, aparecida a San Fernando y descubierta por él en un muro de la mezquita mayor de Sevilla. Por ello, esta devoción fue difundida por toda España, con preferencia por Andalucía y, desde Sevilla, a la América española, donde es conocido su culto especialmente en Panamá. Allí, Martín Fernández de Enciso y Vasco Núñez de Balboa fundaron en 1.510 la ciudad de Santa María de la Antigua del Darién, siendo su catedral de la Antigua, la primera capilla dedicada a la Madre de Dios en Tierra Firme y actualmente, la Virgen, patrona de Panamá.
Don Diego Ortiz de Zúñiga publicaba en el año 1.739 una Historia de la Virgen de la Antigua en la que afirmaba lo siguiente: «Y como un Rey de Eƒpaña fuè el primero promotor de eƒta Devocion en la Perƒona de SAN FERNANDO; aƒsi los Reyes, y Perƒonas Reales hàn ƒido deƒpues, los que nos han dado grandes exemplos à cerca de la Veneracion, y Reverencia à NUESTRA SEñORA de la ANTIGUA».
Todo ello justifica la procedencia sevillana de nuestra Virgen de la Antigua y su vinculación a la corona, siendo muchos los que incluso afirman que fue el mismo rey Alfonso XI, quién a principios del S. XIV dio esta advocación a Santa María, ya venerada en la ermita del cerro desde su aparición en la Fuensanta.
Por sus características arquitectónicas y estilo artístico, la ermita está datada entre los siglos XIII y principios del XIV. En la primera mitad del S. XV este Santuario es citado por el Marqués de Santillana en su popular serranilla La Vaquera de la Finojosa:
Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do vía la vaquera
de la Finojosa.
La documentación conservada pone de manifiesto ya en 1.587, la existencia consolidada de la cofradía de Nuestra Señora de la Antigua. Desde la citada fecha, existen numerosas referencias que permiten conocer algunos aspectos de la realidad de la devoción y de la ermita, y que quedaron plasmados, entre otros, en los documentos con los que el hermano mayor rendía cuentas a la autoridad diocesana. Esta documentación permite afirmar que, desde el siglo XVI, la devoción a la Virgen de la Antigua es notable. Digno de mención resulta también destacar que los hinojoseños pronto escogieron a la Antigua, la Virgen aparecida en la Fuensanta, como la protectora para implorar el agua en los tiempos de sequía. Así, al margen de la visita oficial de cada año, en los momentos de necesidad, el pueblo acudía a la ermita para traer a la Virgen a la parroquia de forma extraordinaria y celebrar solemnes rogativas.
Ya en el S.XIX, esta devoción continúa firmemente consolidada decantándose como preferente y dando lugar a todo lo que sería el S. XX. En 1922, el Padre Juan Ruiz, O.Carm., destaca a la ermita de Ntra. Sra. de la Antigua, como «uno de los más venerados santuarios de estos términos» en su libro La Ilustre y Noble Villa de Hinojosa del Duque, donde resalta su importancia entre las devociones del momento, al detallar su culto y milagros. «La frecuencia con la que era visitado el santuario hacía a la imagen receptora de numerosas limosnas y exvotos».
La llegada de la guerra civil causó graves daños en el templo que tuvo que ser restaurado con la ayuda y colaboración de todo el pueblo. Se reorganizó la cofradía y la Virgen de la Antigua fue nombrada Patrona y Alcaldesa Perpetua de Hinojosa del Duque por aclamación popular.
La devoción a la Virgen de la Antigua está ligada a Hinojosa del Duque prácticamente desde sus propios orígenes, tras la reconquista de Córdoba en 1.236 y el proceso repoblador llevado a cabo en el norte de la actual provincia. Posteriormente, el rey Alfonso XI nos cuenta en su Libro de las Monterías sus correrías cinegéticas por los parajes de la zona y también se recoge, en las crónicas de este rey, que el Domingo de Ramos del año 1332 asistió a la liturgia en este lugar de la Finojosa en su camino de Sevilla a Castilla.
La Virgen de la Antigua fue de las principales devociones de la dinastía de Castilla y León, aparecida a San Fernando y descubierta por él en un muro de la mezquita mayor de Sevilla. Por ello, esta devoción fue difundida por toda España, con preferencia por Andalucía y, desde Sevilla, a la América española, donde es conocido su culto especialmente en Panamá. Allí, Martín Fernández de Enciso y Vasco Núñez de Balboa fundaron en 1.510 la ciudad de Santa María de la Antigua del Darién, siendo su catedral de la Antigua, la primera capilla dedicada a la Madre de Dios en Tierra Firme y actualmente, la Virgen, patrona de Panamá.
Don Diego Ortiz de Zúñiga publicaba en el año 1.739 una Historia de la Virgen de la Antigua en la que afirmaba lo siguiente: «Y como un Rey de Eƒpaña fuè el primero promotor de eƒta Devocion en la Perƒona de SAN FERNANDO; aƒsi los Reyes, y Perƒonas Reales hàn ƒido deƒpues, los que nos han dado grandes exemplos à cerca de la Veneracion, y Reverencia à NUESTRA SEñORA de la ANTIGUA».
Todo ello justifica la procedencia sevillana de nuestra Virgen de la Antigua y su vinculación a la corona, siendo muchos los que incluso afirman que fue el mismo rey Alfonso XI, quién a principios del S. XIV dio esta advocación a Santa María, ya venerada en la ermita del cerro desde su aparición en la Fuensanta.
Por sus características arquitectónicas y estilo artístico, la ermita está datada entre los siglos XIII y principios del XIV. En la primera mitad del S. XV este Santuario es citado por el Marqués de Santillana en su popular serranilla La Vaquera de la Finojosa:
Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do vía la vaquera
de la Finojosa.
La documentación conservada pone de manifiesto ya en 1.587, la existencia consolidada de la cofradía de Nuestra Señora de la Antigua. Desde la citada fecha, existen numerosas referencias que permiten conocer algunos aspectos de la realidad de la devoción y de la ermita, y que quedaron plasmados, entre otros, en los documentos con los que el hermano mayor rendía cuentas a la autoridad diocesana. Esta documentación permite afirmar que, desde el siglo XVI, la devoción a la Virgen de la Antigua es notable. Digno de mención resulta también destacar que los hinojoseños pronto escogieron a la Antigua, la Virgen aparecida en la Fuensanta, como la protectora para implorar el agua en los tiempos de sequía. Así, al margen de la visita oficial de cada año, en los momentos de necesidad, el pueblo acudía a la ermita para traer a la Virgen a la parroquia de forma extraordinaria y celebrar solemnes rogativas.
Ya en el S.XIX, esta devoción continúa firmemente consolidada decantándose como preferente y dando lugar a todo lo que sería el S. XX. En 1922, el Padre Juan Ruiz, O.Carm., destaca a la ermita de Ntra. Sra. de la Antigua, como «uno de los más venerados santuarios de estos términos» en su libro La Ilustre y Noble Villa de Hinojosa del Duque, donde resalta su importancia entre las devociones del momento, al detallar su culto y milagros. «La frecuencia con la que era visitado el santuario hacía a la imagen receptora de numerosas limosnas y exvotos».
La llegada de la guerra civil causó graves daños en el templo que tuvo que ser restaurado con la ayuda y colaboración de todo el pueblo. Se reorganizó la cofradía y la Virgen de la Antigua fue nombrada Patrona y Alcaldesa Perpetua de Hinojosa del Duque por aclamación popular.