Al amparo de su manto, contemplando su belleza celestial, acudimos con gran confianza, para que Nuestra Sacratísima Madre, en su advocación de María de la Antigua, como estrella de la mañana, disipe las tinieblas de la noche oscura.
Qué haríamos los hinojoseños, Madre amantísima, sin Tu amor, Tu esperanza, Tu consuelo, siendo siempre el camino más corto, seguro y perfecto para ir a Jesús.
Cuantas angustias, dolores, súplicas y ruegos has cobijado en tu Bendito Corazón.
En este mes de mayo, en el que exaltamos tu figura, Virgen Inmaculada, nos prestamos a obedecer rezando el Santo Rosario, como nos pediste en Fátima, porque quien confía en María, no se sentirá nunca defraudado.
Madre amantísima María de la Antigua, este año, no hemos podido celebrar las fiestas patronales como de costumbre, pero Tú sabes que has estado presente en cada uno de los corazones de tus hijos, más si cabe que en otras ocasiones, porque no hemos tenido distracciones ni tentaciones, toda esta situación nos ha hecho volvernos a Ti, rogándote que seas nuestra guía, nuestro gran ejemplo de santidad y humildad, quiero caminar contigo, necesito de tu Amor, suplico tu intercesión ante el Señor.
Reina y Madre María de la Antigua, ahora más que nunca me siento íntimamente ligada a Ti… y una cosa yo te pido desde ahora y para siempre, mis labios, digan tu nombre cuando me llegue la muerte. (En homenaje a quién tanto te quiso, D. Juan Cano)