Guardando las precauciones sanitarias recomendadas por las autoridades, especialmente la distancia de seguridad y el uso de mascarilla, el traslado de la Virgen Pastora discurrió según lo previsto, sin incidentes y en un ambiente alegre.
La parroquia de San Juan Bautista abría sus puertas el sábado a las 10 de la mañana para que los hinojoseños pudieran despedirse de la Virgen en su último día de estancia en Hinojosa. Durante todo el día estuvo expuesta la Señora a la veneración de sus hijos, terminando con una función solemne a las 9 de la noche. En dicha celebración, se bendijo el nuevo guión de camino que ha sido donado a la Cofradía.
El domingo, antes del amanecer, la Antigua salía de la iglesia de San Juan vestida con sus galas de Pastora, acompañada por un nutrido número de romeros y caballistas que cantaron la Salve en la ermita del Patrón San Gregorio y emprendieron el camino con la Virgen hacia el santuario.
Hechas brevemente las paradas tradicionales en el camino, María Santísima de la Antigua llegaba a su santuario sobre las 11 de la mañana entre los vítores y los aplausos de los que, durante este tiempo en que todo ha estado en suspenso, anhelaban ver de nuevo a la Virgen en medio de sus hijos.
En el santuario, se celebraron dos eucaristías a lo largo de la mañana, en la primera de las cuales se bendijeron solemnemente las pinturas de la bóveda del presbiterio, ofrecidas este año a la Virgen en acción de gracias por el centenario del milagro de 1921 y también con motivo de la declaración de la ermita como santuario por parte de nuestro obispo.
Una jornada de alegría y convivencia junto a la Virgen de la Antigua que el pueblo de Hinojosa deseaba y demandaba y que, por fin, ha podido vivir felizmente.